Todo el trabajo que le generó a José Acasuso acceder a la final de la Copa Telmex no fue necesario para David Nalbandian. Ambos animarán mañana, desde las 14, la definición del ATP de Buenos Aires, pero recorrieron distintos caminos en sus encuentros de semifinales para llegar al partido decisivo.
En la segunda semifinal, Nalbandian dejó fácilmente en el camino a Juan Ignacio Chela por 6-1 y 6-2 en apenas 57 minutos de juego y alcanzó la final en Buenos Aires por primera vez. Previamente, Acasuso había tenido que sufrir más de la cuenta para eliminar al italiano Filippo Volandri por 4-6, 6-4 y 6-4 en 2h 22m y estará jugando la definición nuevamente, como en 2001.
De todas maneras, la garantía de una definición de alto vuelo para mañana está. Tanto David Nalbandian como José Acasuso cuentan con un enorme talento y la dosis de garra necesaria como para entretener a los más de seis mil espectadores que presenciarán el cotejo decisivo.
Así, el certamen de Buenos Aires tendrá otra vez un campeón argentino por segunda vez consecutiva y por cuarta vez en la historia. El año último se consagró Juan Mónaco; en 2005, Gastón Gaudio y, en 2004, Guillermo Coria. Acasuso y Nalbandian se vieron las caras una sola vez en sus carrera y fue victoria de David en el Masters Series de Miami, en 2005.
Apareció el verdadero Rey David. En sus cuatro partidos previos, David Nalbandian no había podido desarrollar a pleno su juego veloz, incisivo y vistoso. Más bien, necesitó de corazón y se vio beneficiado -en gran medida- por el unánime apoyo que le brindaron los espectadores en el court central del Baltc en cada ocasión. Aun así, fue avanzando en el torneo con más sacrificio que tenis.
Esta tarde, en la segunda semifinal ante Juan Ignacio Chela, Nalbandian mejoró en todos los aspectos de su juego y brindó un verdadero espectáculo con una victoria contundente por 6-1 y 6-2. Para el Flaco, como consuelo, quedará que tuvo enfrente a un rival muy superior, que jamás lo dejó tomar control del partido.
El arranque fue el más dispar de los partidos en los que jugaron argentinos. El cordobés pasó por encima al Flaco en apenas 23 minutos con un 6-1 producto de dos quiebres y un tenis sólido, sin fisuras y muchos puntos con su servicio (76%) para dejar a Chela sin respuestas.
El Rey David arrancó ágil, rápido, encima de la pelota, notoriamente a gusto con la cancha -más rápida que anoche frente a Potito Starace-. Chela, por el contrario, estuvo llamativamente irregular, lento y pesado.
En el segundo set, el cordobés siguó fino: quebró dos veces más (en el primer juego y en el séptimo) y cerró el telón en menos de una hora por 6-1 y 6-2 para jugar la primera final en Buenos Aires.
Vuelve al top ten. La actuación de ayer ante Starace, donde consiguió el pase a semifinales, le permitió al cordobés regresar al lote de los diez mejores tenistas del circuito. Las flojas actuaciones de James Blake, en San José, y de Tomas Berdych, en Rotterdam, colaboraron y, a partir del lunes, será nuevamente top-10.
Nalbandian dixit. "Jugué un gran partido, desde el principio pensé en tomar la iniciativa porque estaba cansado. El empezó irregular y aproveché eso. Hoy fue el partido que mejor jugué de la semana, porque me ayudó un poco la cancha, que estuvo un poco más rápida", dijo el cordobés.
El camino a la final. Para llegar a su primera final en Buenos Aires, Nalbandian dejó en el camino a Peter Lucsak, Fabio Fognini, Potito Starace y, hoy, a Juan Ignacio Chela.
Siempre hay una primera vez... Nalbandian jamás había logrado vencer a Chela en polvo de ladrillo. Las tres veces anteriores (Bogotá 2001, challenger de Buenos Aires 1998 y challenger de Szczecin 2001) había ganado el de Ciudad Evita en sets corridos.
Chuco, cómodo en casa. A José Acasuso le sienta bien jugar en el Buenos Aires Lawn Tennis, de eso no hay dudas. Hoy, en la primera semifinal de la Copa Telmex, el misionero accedió a su segunda definición con una trabajada victoria sobre el italiano Filippo Volandri por 4-6, 6-4 y 6-4 tras 2 horas y 22 minutos. Además, se convirtió en el jugador con mejor récord en la historia del torneo, con 18 victorias y 8 caídas.
No fue nada sencillo el trámite para Chucho, que no jugó bien, pero una entrega digna de un gran competidor y el aliento de casi 6000 personas en el court central ayudaron a que el misionero garantizara una final 100% argentina en el certamen porteño.
El propio misionero reconoció sus intermitencias tras el match: "Hoy no jugué un buen partido de tenis, soy conciente de eso, pero pude dar vuelta un encuentro difícil y estoy muy feliz. Espero mañana poder jugar mejor."
¿Por qué le costó tanto a Acasuso vencer a Volandri? Porque el italiano fue sumamente regular, le hizo las cosas muy complicadas a Chucho, que se mostró impaciente, de a ratos malhumorado con su juego y, sobre todo, muy inconstante. Pero la calidad venció a la paciencia y permitió tener una final entre compatriotas.
Sudor y poco tenis. Volandri aplicó la misma estrategia que le dio grandes resultados ante Agustín Calleri en la rueda previa. Meter la pelota, mover al rival, buscar su revés y no errar. Y volvió a funcionar para el italiano. Muy sólido en el comienzo, quebró dos veces el saque de su rival y levantó seis de siete break-points para llevarse el primer parcial por 6-4.
El viento y la regularidad de Volandri molestaron a Acasuso, que se mostró más errático que de costumbre y, ante la falta de tiros precisos, cambió hasta su lenguaje corporal: desanimado, malhumorado, inclusive recibió una advertencia del umpire brasileño Carlos Bernardes por mala conducta.
Su nivel nunca fue el mejor, pero dio batalla en la segunda manga. Con intermitencias y ayuda de su gran servicio (88% de puntos ganados con el primero), logró que Volandri -a pesar de tener un quiebre de ventaja- no se escapara tanto en el marcador. Con algo de paciencia, y una derecha que empezó a correr más, logró devolver el quiebre en el sexto juego e igualar las acciones 3-3. Ya con otro ánimo, se soltó un poco más y logró un quiebre definitivo en el décimo game y se llevó el segundo set por 6-4.
Pero su inestabilidad no desapareció en el último set. Con una doble falta, la tercera, perdió su servicio y dejó al italiano con la ventaja de 3-1. Luego, en otro rapto de inspiración, volvió al partido cuando quebró en el sexto juego y se adelantó 4-3. En el final, sí estuvo fino y terminó cerrándolo en el saque del italiano por 6-4 tras más de dos horas de juego.
Así, accedió a una final después de más de un año. No llegaba a una definición de ATP desde julio del año último, cuando cayó en el Abierto de Sopot ante el español Tommy Robredo.
El mejor en Buenos Aires. Chucho, con su victoria, es el jugador con mejor récord en la historia del ATP de Buenos Aires desde 2001 con 18-8, superando al español Carlos Moya por una victoria. Tres semifinales y dos finales. Curiosamente, nunca ganó aquí aún.
El camino a la final. José Acasuso fue dejando en el camino, sucesivamente, a Carlos Moya, Daniel Gimeno-Traver, Igor Andreev, hoy, a Filippo Volandri. Así, llegó a su segunda final en Buenos Aires (en 2001 cayó ante Guga Kuerten).
Acasuso y Nalbandian, los finalistas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario